La varicela es una enfermedad infecciosa producida por un virus.
Es habitual en niños, aunque también puede afectar a adultos que no la hayan pasado.
Produce una erupción en forma de granos rojos y vesículas (ampollas de pequeño tamaño), que en unos días se secan y dejan una costra. La erupción pica mucho y también puede afectar a la cabeza, boca y garganta. Puede acompañarse de decaimiento y fiebre, por lo general no muy alta.
Se contagia fácilmente por el moco o la saliva al toser o estornudar, por el contacto de las ampollas que aún no han formado la costra y por llevarse a la boca objetos o juguetes contaminados. La enfermedad es contagiosa desde 2 días antes de aparecer la erupción hasta que toda la erupción esté en fase de costra.
¿Qué debe hacer?
- Báñelo con agua tibia varias veces al día. El baño alivia el
picor y previene la infección de la erupción por otros gérmenes.
Puede añadir al baño jabón de avena. Séquele suavemente sin
frotar.
- Evite que el niño se rasque, abrigarle demasiado o el exceso de calor.
- Córtele y mantenga limpias las uñas para evitar infecciones de la
piel por el rascado.
- Si el picor no disminuye, es útil la loción de calamina sobre la piel
3 ó 4 veces al día.
- Puede darle paracetamol, a las dosis que le aconseje su médico.
- Evite darle aspirina y cualquier producto que la contenga.
- Protéjale durante un tiempo del sol. Póngale manga larga y gorra con
visera y use cremas de protección solar, para evitar que las cicatrices
duren y se noten más.
- La varicela no deja marcas en la piel a no ser que se infecte.
¿Cuándo consultar a su médico de familia?